El invierno 2024-2025 ha estado marcado por una dinámica de recarga de los acuíferos muy contrastada a escala de Francia y Europa occidental, como lo muestran los mapas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y de Weenat. El análisis cruzado de estas dos fuentes permite comprender mejor los vínculos entre la distribución de las precipitaciones y el estado de los acuíferos al final del invierno.
Un invierno generoso en lluvias en el oeste de Europa
Acumulación de lluvia en Europa del 1 de octubre de 2024 al 14 de abril de 2025 – Datos Météo Vision
El mapa de acumulación de precipitaciones de Weenat, que abarca el período de octubre de 2024 a abril de 2025, pone de manifiesto una distribución muy contrastada de las lluvias a escala europea. El oeste del continente —especialmente la fachada atlántica de Francia, Galicia, el norte de Portugal y el noroeste de España— ha recibido acumulaciones de lluvia muy importantes, a menudo superiores a los 600 mm, e incluso localmente 800 mm. Esta abundancia también se observa en las zonas montañosas, especialmente en los Pirineos y los Alpes, que presentan algunas de las acumulaciones más elevadas de Europa occidental. En cambio, el sureste de Europa y el litoral mediterráneo permanecen al margen de las grandes lluvias invernales, con acumulaciones frecuentemente inferiores a los 300 mm.
Un marcado gradiente norte-sur
Reserva hídrica – Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
El mapa de Weenat revela un gradiente pluviométrico muy claro en la península ibérica. El noroeste de España (Galicia, costa cantábrica) ha recibido precipitaciones abundantes, con acumulados que superan frecuentemente los 600 mm en el periodo analizado. Esta generosidad pluviométrica disminuye progresivamente hacia el sur y el este del país, con valores a menudo inferiores a los 300 mm en las regiones mediterráneas del sur.
Esta distribución de las lluvias se refleja directamente en el estado de las reservas hidráulicas españolas (Datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). Las cuencas septentrionales muestran altos niveles de llenado:
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Cuencas internas del País Vasco: 95,2 %
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Tinto, Odiel y Piedras: 94,3 %
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Galicia Costa: 83,2 %
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Cantábrico Oriental: 82,2 %
En cambio, las cuencas meridionales y mediterráneas presentan situaciones mucho más preocupantes:
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Segura: 22,5 %
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Cuencas internas de Cataluña: 32,1 %
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Guadalete-Barbate: 35,2 %
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Cuenca Mediterránea Andaluza: 38,6 %
La fachada atlántica, favorecida
El análisis del mapa de Weenat muestra que la fachada atlántica española recibió precipitaciones sustanciales durante el invierno 2024-2025. Esta abundancia hídrica se traduce en niveles de llenado satisfactorios en las cuencas correspondientes:
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Ebro: 80 %
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Miño-Sil: 73,6 %
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Duero: 73 %
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Tajo: 67,5 %
Estos valores, superiores a la media nacional del 60,9 %, reflejan el impacto positivo de las perturbaciones atlánticas en la recarga de los embalses de esta región.
La vulnerabilidad persistente del sureste
La zona sureste de España aparece como la más deficitaria en el mapa de Weenat, con acumulados pluviométricos a menudo inferiores a los 200 mm para el conjunto del período octubre-abril. Esta debilidad se refleja en el estado preocupante de la cuenca del Segura (22,5 %), la más baja de todas las cuencas españolas.
A pesar del episodio de lluvias significativo registrado en Navacerrada (298,8 mm), la situación hídrica sigue siendo tensa en las regiones mediterráneas, con niveles de llenado ampliamente por debajo del 50 %.
Una mejora reciente pero insuficiente
Los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico indican un aumento reciente de 1.614 hm³ (2,9 % de la capacidad total) en una semana, lo que sugiere precipitaciones tardías beneficiosas. Sin embargo, esta mejora no es suficiente para compensar los déficits estructurales en ciertas regiones, especialmente en el sureste mediterráneo.
La comparación con el mapa de Weenat revela que, a pesar de un invierno globalmente lluvioso en Europa occidental, algunas regiones españolas no han recibido precipitaciones suficientes para reconstituir sus reservas hidráulicas.
Desigualdades regionales y retos de gestión
El contraste entre las cuencas del norte (>80 %) y las del sureste (<40 %) ilustra la magnitud de las desigualdades regionales y los desafíos en la gestión del agua en España. La situación global del 60,9 % oculta estas importantes variaciones territoriales.
Estas disparidades corresponden precisamente a las zonas donde el mapa de Weenat señala los contrastes pluviométricos más marcados, demostrando el impacto directo del régimen de precipitaciones invernales sobre la disponibilidad de agua de cara a la temporada estival.
Esta situación contrastada subraya la persistente vulnerabilidad de las regiones mediterráneas españolas frente a las variaciones climáticas, a pesar de una mejora general de las reservas hídricas nacionales en la primavera de 2025.
Gestión del riego: un reto clave para la primavera
En este contexto, la gestión del riego se vuelve crucial. Se trata de aportar la cantidad adecuada de agua en el momento justo, apoyándose en herramientas de seguimiento de las reservas hídricas y en sondas de humedad del suelo. Esto permitirá optimizar el uso del recurso, reducir las pérdidas por evaporación y preservar los acuíferos en las zonas más vulnerables.
